Andre Tyler Iguodala, un jugador un tanto atípico en la NBA. Seguramente posee uno de los mayores físicos de la liga, tanto que el año pasado leí unos cuantos comentarios sobre lo mal que le quedaban a Andre sus tatuajes en el brazo de lo fuerte que lo tenía. Pero eso es una mera curiosidad, vayamos a lo interesante.
Iguodala fue drafteado en la novena posición del draft de 2004 por los 76ers, procedente de la Universidad de Arizona. En su primera temporada cumplió: incluído en el mejor quinteto de rookies y titular en el equipo de los Rookies en el Rookie Challengue. Pero sin embargo, cuando empezó a convertirse en jugador franquicia fue en su tercera temporada, la temporada de la marcha de Iverson del equipo. Más de 18 puntos unidos a casi 6 rebotes y 6 asistencias por partido, números que esa temporada solo alcanzaron Kobe, LeBron y McGrady. Iguodala se estaba conviertiendo a convertir en una de las estrellas de la liga y por supuesto en el jugador franquicia. En su siguiente temporada llevó a los 76ers a los PO y alcanzó los 19 puntos por partido. A todo esto, añadir que Iggy ya era un jugador clutch, de los mejores de la liga en los últimos segundos. Tras esto, al equipo no le quedaba que ofrecerle a Andre un contrato de crack (80 millones en 6 años). A la marcha de Iguodala del equipo de Philadelphia, Iguodala era uno de los jugadores que más minutos jugaba por partido de la liga. Una media mayor a los 37 minutos.
Entonces llego Denver, un nuevo reto. Iguodala debía de dejar de centrarse tanto en el ataque y en las individualidades (a pesar de que él nunca ha sido un jugador egoísta en la cancha) y centrarse en la defensa y el equipo. 13 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en 34 minutos por partido fueron sus medias. Ya no era un jugador franquicia como en su anterior etapa. Lo que seguía sin cambiar, era su clutch. |
| Porcentajes de Iguodala en Denver. |
¿Y ahora? Pues bien, ahora es jugador de los Warriors, uno de los equipos con más futuro de la liga, lleno de jugadores jóvenes y con una estrella clara, Stephen Curry. Su papel va a ser muy parecido al que tuvo el año pasado en Denver, defensa, defensa y defensa. El problema (bendito problema para los fans de los Warriors) es que comparte posición con uno de los jugadores con mayor proyección de la liga, Harrison Barnes. Mandar a este último al banquillo podría significar parar en seco la proyección de este joven jugador. Una solución sería que Iguodala fuese el sexto hombre, pero jugando los suficientes minutos como para sentirse titular, y Barnes el titular.
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| Harrison Barnes. |
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| Iggy en su presentación con los Warriors. |
El ex de 73ers y Nuggets aportaría defensa y canastas fáciles, algo muy necesario en San Francisco, ya que ellos centran gran parte de sus puntos en los triples de jugadores como Curry o Klay Thompson. Iguodala puede defender en tres posiciones distintas: base, escolta o alero. Toda una ventaja que no está al alcance de cualquiera. Los equipos que ganan campeonatos, o por lo menos el 99% de ellos, suelen tener dos características: hacer canastas fáciles en ataque y que los equipos rivales no consigan canastas fáciles. Iggy hace ambas cosas. En conclusión, Iguodala ya no va a ser el jugador franquicia que fue en los 76ers, ni va a tener mucha importancia en ataque (será la segunda opción ofensiva tras Curry), pero va a aportar experiencia y solidez a un equipo joven que apunta a conseguir al menos 1 anillo en lo que queda de década. Gran fichaje, solo falta por ver quién será el titular, si Barnes o él. Para ello habrá que esperar hasta finales de octubre y para eso falta mucho.
Finalmente, me gustaría hacer una pequeña opinión personal, y es que estoy seguro que los fans de los Warriors no van a echar en falta a Jarrett Jack, ya que perderán un poco de ataque pero ganarán defensa y un hombre que aprovecha más las posesiones para acabarlas en asistencia. Y para el ataque ya tienen a otro hombre…
© Las imagenes són propiedad de sus autores, Balón de Platino no ha hecho ninguna fotografía.
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