526 días. Ese fue el período de
tiempo que pasó desde la última vez que Derrick Rose jugó un partido tras su
vuelta a las pistas el pasado mes de Octubre.
Lo hacía frente a los Indiana
Pacers en el primer partido de preseason, y como era de esperar, la expectación
por verle jugar de nuevo era enorme. Y no es para menos, ya que los aficionados
a éste deporte nos pasamos casi más de un año y medio sin ver al joven base de
Illinois hacer maravillas sobre el parqué.
Lo dicho, arrancaba la
pretemporada y con ello, la nueva regular season 2013-14 y las sensaciones de
Derrick, para haber estado tanto tiempo alejado de las canchas, no eran para
nada malas. Con promedios de 15.9 ptos, 4.3 asists & 3.2 en rebotes y con
actuaciones decisivas para su equipo como la de ante New York Knicks en la que
dió ‘at the buzzer’ la victoria a los Bulls. Definitivamente, Rose había
vuelto. The Return era una realidad.
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Derrick Rose | USA Today Sports |
Pero éste pasado Viernes, 22 de
Diciembre de 2013, en el partido que disputaban los Chicago Bulls en casa de
los Portland Trail Blazers, en un lance del encuentro D-Rose tuvo un mal apoyo
con su pierna derecha y tuvo que abandonar la pista. Y claro, todas las alarmas
de forma automática se disparaban de nuevo.
En las redes sociales el revuelo
fue algo tremendo. Con todo el mundo pendiente de lo que podría tener esta vez.
Rumores de que si sería una simple contusión, una rotura de ligamentos de
nuevo, en definitiva, rumores de todo tipo. Los fantasmas volvían a sobrevolar
nuevamente la cúpula de los Chicago Bulls. Y no, no era ni es para nada justo
que le volviese a pasar justamente a él lo mismo. Otra vez no.
Pero toda oración por él, se
quedó en vano, ya que al día siguiente se confirmaba en una clínica de Los
Ángeles que tenía un desgarro en el menisco de la pierna derecha, lo que le
obligaba a pasar por quirófano y a estar, una vez más, un par de meses alejado
de las pistas.
Si tomamos referencias de casos
anteriores de jugadores que han pasado por esta misma lesión, lo normal es que
estemos sin ver a Rose unos 4-6 meses. Yo, para andarnos sin rodeos, no tengo
ni idea ni de medicina ni de traumatología, pero es algo obvio que teniendo
encima 2 roturas de menisco y un Torn ACL, posiblemente no volvamos a ver a ese
Derrick Rose tan explosivo que nos tenía acostumbrados. Y es una pena, porque
que un jugador como es él, que basa su juego en la rapidez, explosividad y
aceleración se tenga que ver obligado a cambiar su forma de jugar por culpa de
las malditas lesiones… injusto. Muy injusto.
Pero no es el aspecto físico lo
que más me preocupa, sino el mental. El psicológico. El saber lo que le estará
pasando en estos momentos a Rose por la cabeza. El saber que la mala suerte se
ha vuelto a cebar con él. El saber que tras 18 meses de sufrimiento tiene que
volver a echar la vista atrás. El saber que no podrá echar una mano a sus
compañeros por segunda vez consecutiva. Todo.
Definitivamente, como he
mencionado antes, no es nada justo. Nadie se merece pasar por algo así en la
vida, pero menos él, aún si cabe. Porque ya es una segunda vez, y una persona
como él, que es tan querido entre la comunidad NBA y que es uno de los mejores
jugadores de la liga estando al 100% menos todavía.
Pero aún así, a pesar de todo, me
niego a ser negativo y a tirar ya la toalla. Porque es muy pronto. Demasiado
pronto. Estoy convencido de que aún no hemos visto al mejor Derrick Rose y que
está por llegar, pese a todas las adversidades e infortunios que se le
encuentran por el camino. Estoy seguro de ello.
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Thomas Davis, todo un ejemplo de superación. |
Soy consciente de que poner un
ejemplo de otra persona es algo indiferente, ya que cada cuerpo es un mundo y
responde de una manera distinta a las lesiones, pero el jugador
Thomas Davis, militante de los
Carolina Panthers de la NFL (liga de fútbol americana) es actualmente uno de
los mejores defensas de la liga a sus 30 años de edad.
Todo eso tras haber
pasado, nada más ni nada menos, que 3 (!) roturas de ligamentos en 3 años
consecutivos, algo histórico que dificilmente dudo que haya ocurrido otra vez.
Sin duda, todo un ejemplo de superación y de inspiración a otros deportistas a
no venirse abajo ante las trabas que nos pone la vida en nuestro largo camino en ella.
Por razones como la anteriormente
nombrada, insisto que me niego a ser pesimista con Rose, porque aún hay razones
para creer y pensar que volverá al máximo nivel. En conclusión, aunque no leas
éste artículo nunca, te animo a que no te vengas abajo, Derrick, porque aún
tenemos que disfrutar de ti todos tus fans y volver a disfrutar de tu magia. Sé
que un día, serás recompensando de forma positiva por todo lo que has pasado.
Mucha suerte, fenómeno, porque tú, más que cualquier otro, te la mereces.
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