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Ya es la tercera temporada en la que los Clippers son un equipo competente en el Oeste, pero faltaba algo, algo que muchos intentaron rellenar pero que nadie hasta el momento ha conseguido. Esto, amigos míos, es el puesto de alero titular.


Tras la llegada de Chris Paul, la franquicia angelina se convirtió en un rival serio, pese a su fama de equipo perdedor. Llegó para unirse a un Blake Griffin en su segundo año de carrera y un desastroso DeAndre Jordan, que con el tiempo se ha convertido en un jugador más que válido para la posición de center. La llegada de Chris Paul supuso un cambio, un cambio que influyo en agentes libres para querer firmar por los Clippers, como Billups, Odom y en el caso más reciente Danny Granger.

Para tener un equipo ganador, necesitas al menos un jugador de garantías por posición y, mínimo, un duo anotador capaz de meter 40-50 puntos por partido. Tras el primer año de Griffin, quedó claro que el puesto de ala-pívot estaba más que cubierto, pero ¿y los demás? Llegaron Chris Paul y Jamal Crawford, para las posiciones de base y escolta y esas posiciones quedaron cubiertas, pero el alero y el pívot generaban dudas, Caron Butler no cuajó y DeAndre Jordan... qué decir de DeAndre Jordan. Se traspasó a Caron Butler y Eric Bledsoe para adquirir a J.J. Redick y Jared Dudley. Este movimiento aseguraba el juego exterior, proporcionado tiros para no abusar del juego interior, causa de los fracasos en PlayOff de las últimas temporadas. Con este movimiento y la llegada de Darren Collison, los 'guards' del equipo eran más que suficientes y de garantías, tanto titulares como suplentes, pero el puesto de '3' seguía flojeando, Jared Dudley y Matt Barnes, un tirador y un defensor, ambos buenos jugadores, pero mejor desde el banquillo. Avanzada la temporada, nos damos cuenta de que el efecto Doc Rivers empieza a verse reflejado en Blake Griffin, que es mucho mejor jugador que en temporadas pasadas y, sobretodo, en DeAndre Jordan, que se ha convertido en una bestia en la zona y que domina los tableros a la perfección, liderando la liga en rebotes por partido y siendo candidato al DPOY. La única posición que faltaba por asegurar sería el alero y tras el traspaso de Granger a los Sixers y el posterior 'buyout', un alero All-Star quedaba libre. Muchos equipos fueron tras él, pero se decidió por Clippers, donde espero que tenga minutos e importancia en el juego. Con este movimiento los Clippers conforman ya un equipo aspirante de verdad, no para ganar un anillo, pero sí para poder dar más de una sorpresa, con un titular y un suplente que funcionan por posición y un entrenador como Doc Rivers en el banquillo, solo el tiempo nos podrá decir hasta dónde pueden llegar.
Camisetas de Danny Granger en su taquilla.                                Danny Granger firmando su contrato.





Acerca de... Dani Arrojo

Escrito por: Dani Arrojo

Creador de 'Sports in Mind'. Fútbol y NBA en especial, después NFL y demás. El periodismo siempre ha sido mi vocación.

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