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EL BAÚL DE LOS RECUERDOS || JULIUS ERVING.

Hay gente que con el solo hecho de sus acciones o palabras cambia el mundo. No el mundo, pero si un mundo. Babe Ruth cambió el béisbol, Maradona revolucionó el concepto de fútbol... No se refiere necesariamente a quien fue mejor en el deporte, pero sí a quien lo transformó por completo. Tal vez Julius Erving no sea el mejor jugador de baloncesto de la historia (aunque no está lejos para nada), pero si comenzó a variar el basket hasta convertirlo en lo que conocimos ahora.


Doctor J haciendo un mate. || Foto: ballislife.com


"Fue Michael Jordan antes de que hubiese un Michael Jordan". Así lo definió un entrenador de instituto.
Nació en el 1950, en Roosvelt, Nueva York. En el instituto comenzó a jugar al baloncesto. Era rápido, pero no muy alto para su edad. Eso sí, tenía una cualidad imponente: sabía volar. Sabía volar de la manera en la que vuela un ave, frenando o acelerando en el aire. Era mágico. Jugó para la Universidad de Massachusets, donde fue conocido como "El Novato que Sabía Volar". Su aspecto desaliñado, con bigote y pelo afro, además de su juego, le hicieron ganar fans en seguida. Llegó a promediar 20 puntos y 20 rebotes en su último año universitario. Antes de dar el salto al deporte profesional, la vida del Dr. J fue azotada por la desgracia. Cuando Julius tenía 19 años, su hermano de 17 falleció de Lupus. "Esto me hizo fuerte, -declara Erving-, por que cuando la gente jugaba contra mi, yo tenía una ligera ventaja. Porque jugaba con dos espíritus, el mio y el de mi hermano".

En aquella época, la NBA como ahora la conocemos no existía. Existía la ABA por un lado y la NBA por otro. Erving decidió firmar por los Virginia Squires, un equipo de la ABA, que sufría grandes problemas económicos, como la mayoría de la liga del balón tricolor. Ahí es cuando Julius empezó a redefinir el juego. Las ligas no estaban familiarizadas con el concepto "mate". De hecho, en la NBA eran ilegales. La ABA se caracterizaba por un juego mas callejero, y la NBA por un juego mas profesional. El Doctor llegó ese año a las finales de la Conferencia Este (llamada División Este) promediando 27.7 puntos por partido y quedando segundo en el premio al mejor novato por detrás de Artis Gilmore. Su segundo año fue algo espectacular. Promedió 33 puntos por encuentro y, aunque fracasó en el aspecto colectivo, se convirtió en la imagen de la liga. 
Pero se avecinaban cambios para Julius. Los Squires, al igual que la mayoría de la liga, se estaban hundiendo. Foreman, el GM de aquel equipo, tuvo que tomar una decisión, y traspasó al líder de anotación de la liga a los Nets, otro equipo de la ABA, que por aquel entonces jugaban en New York, para hacer caja. El Doctor volvía a su casa, a NYC. Era octubre del 73.


Erving siendo presentado con los Nets || Foto: Larry Berman


Se convirtió rapidísimamente en la imagen de los 70. Un tipo con una manera de jugar, un estilo descarado, un afro, un bigote... Era todo un ícono. Con solo llegar, transformó a los mediocres Nets en un equipo con opciones al título. Noche tras noche impresionaba al mundo con sus jugadas. Pero no solo era impresionante, también era efectivo. Ese año lideró a los Nets al campeonato de la ABA y al primero de sus tres MVPs consecutivos. 
Pero cuando al siguiente año ganó otro premio al jugador más valioso, al rededor de el la liga comenzaba a dar síntomas de enfermedad, y este Doctor tenía muy difícil curarle. 
La ABA siempre fue "la otra liga". Sin contratos televisivos, notoriedad en los periódicos... aquello era difícil para los equipos. 

En el 75, la ABA era como el Titanic tras chocar con el iceberg, escorandose y con agua entrando por todas partes.

Michael Goldberg (presidente de la ABA 1973-1976)

Las alternativas de la liga eran claras: fusionarse con la NBA o desaparecer. 

Mientras tanto, parecía que la única esperanza de la liga era su mayor estrella, que se sacó un as de la manga en el 76, con un evento que encajaba con el estilo de la ABA y de Erving: el concurso de mates. 

Mágico. Así es como se describía esa noche. Algunos de los mates eran buenos, pero los del Doctor eran antológicos. Incluso uno que inspiró a genios como Jordan o Wilkins: el mate desde la línea de tiros libres. Algunos movimientos en el aire de Erving eran simplemente impactantes. 
Pero tras ese verano, la liga se vio reducida a tan solo 7 equipos, dejando en evidencia que estaba en las últimas. En esa temporada Julius consiguió su tercer MVP y lideró a los Nets hasta las finales, donde, con una canasta sobre la bocina, ganó su segundo campeonato. 
Pocos meses después, las dos grandes ligas del baloncesto profesional americano finalmente se unieron, absorbiendo a la NBA cuatro franquicias de la ABA, incluyendo los Nets. Pero tal vez los NYN fueran el peor equipo económicamente, y su GM no podía permitirse una superestrella de la talla del Doctor. 
Así que Julius llegó a Pensilvania. Los 76ers daban la bienvenida a la mayor estrella de la liga. Era 1976 y el Doctor había llegado a la NBA.


Portada de SI con Julius Erving y Dave Cowens. "Dave y el Doctor en la gran liga".


El primer año fue bastante bueno para la franquicia. Llegaron a las Finales ante unos Portland Trail Blazers que ejercían un juego opuesto, mucho más en equipo y frío, contrario al "dejame hacer lo que se hacer" de los Sixers. Erving promedió 34 puntos por partido en aquella serie, pero aun así los Blazers se impusieron. Era el 77 y una oleada de nuevos jugadores llegaban a la liga. Bird y Magic llegaron en el 79 y rápidamente se hicieron con el control de la competición. 
En ocasiones se sentía como si Julius tirara del carro de un equipo sin demasiada brillantez, pero llegaban a Finales de Conferencia. Comenzó a forjarse una rivalidad con Larry Bird y los Celtics, que se empezaban a alzar en el Este.
En el 80 los 76ers llegaron a las finales pero cayeron ante los Lakers de Magic. Aún así, el Doctor dejó una imagen para el recuerdo: el Baseline Move. Una entrada a canasta llevando el balón detrás del tablero y manteniendose en el aire para girar sobre si mismo y anotar.

En el 81 y el 82 los Sixers cayeron en Playoffs de nuevo, aunque en el 82 Erving consiguió otro MVP de la temporada. Los fans del Doctor y del basket empezaban a temblar con la idea de que la gran estrella del deporte se quedara sin título en la mejor liga del mundo. En la temporada 82-83 los de Philly se reforzaron con un tal Moses Malone. En aquella postemporada el país se comenzaba a dar cuenta de que Doc estaba en las últimas, y que podría dar espectáculo tan solo unos años más. El dúo que confrontaban Erving y Malone les llevó a perder un solo partido en PO y a barrer 4-0 a los Lakers en las Finales. El Doctor ya tenía un anillo en la National Basketball Asociation, lo que consagraba una sobresaliente carrera.

El genio de Roosvelt nunca tuvo la oportunidad de ganar otro anillo, y la pregunta era ¿cuanto podría alargar su carrera? Tenía 33. La nueva generación de cracks lo empujaba y lo empujaba al retiro. Y en el verano del 86, lo anunció. Ese sería su último año en la NBA. Homenajeado por su favor al deporte, terminó su carrera deportiva.

Julius Erving volvió a ser noticia en febrero del 2000, por un motivo por el cual no quisieramos que fuese noticia. Su hijo, de 19, había desaparecido. Pocos días después se le encontró muerto junto a su coche en una laguna cerca de la residencia. La tragedia perseguía a los Erving.

Ni yo ni mucha gente aquí presente tuvo la suerte de verle volar, imaginar, inspirar, crear. Pero veo esos viejos documentales, con gente con esas pancartas gigantes que ponían "¿Doctor, que me pasa? Soy adicto a tu juego". Y uno se da cuenta de como una persona puede influenciar un estilo, una forma de vida. Doctor J fue el desencadenante de Magic, Bird, Jordan, Wilkins, Drexler, Kobe, LeBron... todos ellos han reconocido que fue su figura de la infancia. Salvó la ABA y revitalizó la NBA. 
Con este artículo quiero rendir homenaje a un genio que tal vez no este tan reconocido como se merece, que cambió el juego y lo reinventó.

Gracias Doctor.

Puedes seguirme en Twitter en @nicopatella

Acerca de... Nico Patella

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