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Era aquel partido que nadie se quería perder. El 26 de marzo del 1979, la NCAA llegaba a su fin. Esa noche se sabría que equipo universitario era el mejor. Michigan State, Indiana State. En los dos equipos había alguien que despuntaba. En uno había un chaval sonriente, alegre, curioso, de Lansing, Michigan. En la otra había un chaval callado, tímido, reservado, de French Lick, Indiana. Habían diferencias entre ambos. Uno base, el otro alero. Uno extrovertido, el otro introvertido. Y, por desgracia lo más importante, uno negro, otro blanco. Uno Magic, el otro Bird.
La final llegaba con la observando a esos dos talentosos jóvenes que un día cambiarían la liga. Ese día se enfrentaban directamente. La bocina sonó, y Larry se secaba las lágrimas en la toalla mientras Earvin Johnson celebraba que la Universidad del estado de Michigan era campeona. Ese día tocó al chaval callado de French Lick.

Aquel partido del 79. [Foto: Sports Ilustrated]


Tan diferentes y tan iguales, Larry fue criado en un pueblecito lejos de todo, en el estado de Indiana. Su padre se suicidó cuando el aún era un niño, y a la edad de 11 años empezó a trabajar después del colegio para ayudar a mantener a su familia. No le gustaba (ni le gusta) hablar con la gente. Los polos opuestos se atraen, según dicen. En otro extremo de América, Earvin se criaba. Era un chico muy sonriente y divertido. Su pasión por el baloncesto se vio desde pequeño. Su actitud desenvuelta y graciosa le aseguró un puesto en la televisión del medio americano.
Antes de aquel partido Larry ya era jugador de los Boston Celtics. En otra jugada maestra de Red Auberbach, pudo elegirse un año antes por su breve paso por la Indiana University. Fue drafteado en la posición #6 de aquel draft del '78. Un año más tarde, el que ya se había ganado el apelativo de Magic, fue seleccionado en el primer puesto por los Lakers.

La NBA atravesaba una de sus más profundas crisis económicas. El baloncesto había perdido muchísimo público debido a que era "un juego negro", no solo porque la mayoría de jugadores eran afroamericanos, si no también por el estilo de juego. Desde su fusión con la ABA, las cosas no habían ido sino a peor.
La rivalidad entre ambos traspasaba las canchas. Los Estados Unidos atravesaban una fuerte crisis racial. Y la ironía hizo que Bird acabase en la ciudad más blanca de USA: Boston. Magic, sin embargo, acabo en una ciudad con mucha influencia negra. La ciudad de Boston era una ciudad conflictiva para las personas de color en aquella época. Inevitablemente, se creó una especie de ley: los blancos apoyaban a Larry y los negros a Magic.

El primer año en la liga, la temporada 1979-80 fue el comienzo de la leyenda. Ambos habían jugado en aquel verano, en la selección de USA, dónde vieron una vez más al que luego sería su gran rival. Al final del año teníamos este panorama: Larry Bird se había convertido en el líder de unos Celtics sumidos en la mediocridad y había ganado el Rookie Of The Year, sin embargo Magic había guiado a los Lakers al título de campeón.
Larry tuvo que digerir aquello. Después de perder una batalla contra Earvin en el 79, la volvía a perder en el año siguiente.
La temporada siguiente, los Celtics formaban un equipo en torno a Bird y se hicieron con el anillo, cuando los Lakers no llegaron a la final. El marcador, en empate. Dos años, uno para cada uno. La siguiente campaña fue para Magic, que guió a los Lakers a otra victoria, aunque al año siguiente serían barridos por los 76ers en las Finales.
En el año 1984 fue cuando la liga empezó a disfrutar de verdad.

Los dos genios empezaron a competir por el título. [Foto: Buck Rossy]

Se había intentado vender mucho la rivalidad entre ambos. La NBA necesitaba algo así un reclamo que diera espectáculo. En parte, Bird y Magic salvaron la liga.
¿Querían show? El show llegó en el 84.
La forma de jugar de aquellos dos jugadores estaba cambiando poco a poco la mejor liga del mundo. El baloncesto de los 70 se caracterizaba por un basket egoísta, espectacular pero egoísta. Con la llegada de la nueva década, el deporte cambió y se convirtió en un juego de equipo, espectacular y de equipo. El Showtime lo llamaban en el Forum.
Las Finales de la temporada 1983-84 enfrentaban a los Boston Celtics y a los Los Ángeles Lakers. La serie llegó al agonizante séptimo partido. Todo parecía aquella final del 1979 otra vez. En la primera vez que los verdes y dorados se encontraban en unas finales desde el 1969, los Celtics se impusieron. Bird lograba la segunda victoria para la ciudad de Massachusets. La situación de la final de la NCAA se invirtió. Larry celebraba su victoria ante su más cercano enemigo. Pero, teniendo en cuenta su afán competitivo, esto no iba a quedar así. Ni mucho menos.

"Tragic Johnson". Así desestabilizaba la prensa de Boston a Magic, y lo consiguieron. "Tal vez fue bueno para digerir derrotas, pero fue la primera vez que me deprimí. No podía soportar verlo ganar.", dijo Earvin.
En la siguiente temporada los dos mejores jugadores del planeta se medían otra vez en unas finales, para regocijo de la liga, que estaba obteniendo unos beneficios de audiencia estratosféricos.
8 veces se habían enfrentado los Celtics y los Lakers, rivalidad que ya pasaba a la historia como una de las mayores, y 8 veces la balanza se había inclinado del lado Celtic, pero Magic estaba dispuesto a cambiar aquello. Redención para Johnson. Los Lakers ganaron por primera vez unas fnales a los Celtics, y la rivalidad no hacía más que generar. Y no sólo en lo deportivo, también en lo personal.
Los dos genios se cruzaron en French Lick, ciudad natal de Larry, para grabar un anuncio de Converse. Forzados, accedieron, interactuando por primera vez. ¿Como se llevarían los mayores enemigos dentro de la cancha fuera de ella?
Genial. Rápidamente se convirtieron en grandes amigos. Ese día la madre de Larry había preparado algo de comer, y Magic aceptó la invitación. La imagen era curiosa: los dos genios enemigos del baloncesto subidos a un tractor, camino a casa para comer algo.

Magic se dividía en dos rasgos de su personalidad: Earvin Johnson y Magic. Earvin era aquel chaval sonriente, de Michigan, amable y divertido. Magic, ese hombre de negocios de Hollywood amante de los excesos. "Esa tarde conocí a Earvin" declaró Bird. "Me cae mucho mejor que Magic". El guión era simple. Magic aparecía en un coche diciendo "Hey Larry, he oído que Converse ha hecho unas zapatillas para el pasado MVP" "Si, así es" respondía Bird. "Pues también han hecho unas para el MVP de ESTE año". Los dos se enfrentaban en un uno contra uno y Converse nos vendía "The Bird Shoe" y "The Magic Shoe". Ese verano del 85 fue cuando el negocio empezó a exagerar.

Campaña publicitaria de Converse. La imagen reza: "Elige tu arma".


Las finales del 86 tuvieron un único héroe: el pájaro. Bird conseguía su tercer MVP y su tercer título, que a la postre sería el último. Para el año siguiente ambos eran grandes amigos pero grandes contrarios, y esa temporada comenzó el ocaso de aquella batalla interminable. Después de que los Celtics avanzasen a las Finales derrotando a los Detroit Pistons, Dennis Rodman, por aquel entonces un novato, dijo que Larry estaba "sobrevalorado" por ser blanco. Unas polémicas declaraciones de Isaiah Thomas llamaron la atención de la liga.

Se que Larry es un gran jugador, con muchísimo talento, pero estoy de acuerdo con Dennis. Si fuera negro, sería solo un buen tipo.
Isaiah Thomas
A todo el mundo pareció escandalizarle. A todo el mundo menos a Larry. "Recuerdo que el jefe de prensa se acercó a mi y me dijo Isaiah ha dicho bla bla bla... Y yo le respondí ¿Y qué?" cuenta Bird.

Por tercera vez en cuatro años, los dos se veían las caras en unas finales. Y si bien el trato que se daban se había calmado, la determinación por vencer el uno al otro no.
Llegaba el cuarto partido. Con 7 segundos por disputarse, Bird anotaba un triple que ponía a los verdes uno arriba. Acto seguido, Magic sorprendió con el famoso "Sky Hook" que había popularizado Kareem Abdul-Jabaar. Los Lakers ganaban de uno, pero quedaban dos segundos y los Celtics pidieron tiempo muerto.
Al sacar de banda, armaron una gran jugada, y Bird recibió en la esquina, completamente solo. Como una flecha, solto el balón... que rebotó en el aro y salió. "Tuvieron suerte, porque aquel tiro iba perfecto. Aquel tiro cambió la serie". Y tanto. Los Lakers ganaron la serie en 6 partidos y Magic y los suyos se llevaban el cuarto título.
Al siguiente año, Johnson acabó su racha ganando una vez más el título a los Pistons, ya denominados los Bad Boys. Pero mientras más ganaba Magic, menos aparecía Earvin.

"¿El vicio de Earvin Johnson? Sabes, mi publicista quiere que diga ganar. Pero las mujeres le adoraban, y Magic adoraba a las mujeres". Así lo declaró Arsenio Hall, un gran amigo del jugador laker. Magic se estaba tragando a Earvin.
El día 7 de noviembre del 91, tuvo que anunciar al mundo que era portador del virus VIH, y había contraído el SIDA. Se tenía que retirar del baloncesto.
Bird estaba acabando su carrera plagado de lesiones, especialmente en su tobillo. La relación entre ambos se estrechó mas si cabe en aquel momento.
"En momentos como esos te das cuenta de quien es tu amigo y quien no. Y Larry fue el primero en llamarme, y se preocupó de verdad." declaraba Earvin entre lágrimas. Según cuenta Bird, el partido contra los Hawks después de que se supiera la enfermedad de Magic fue una tortura. Ya no sentía el baloncesto. Tenía la misma sensación que cuando su padre falleció.
El baloncesto se había quedado huérfano, pero aún había un pequeño acto final antes de que acabase la función. Magic hizo un pequeño cameo en el All-Star Game del 1992, pero eso era el calentamiento.
La Asociación Estadounidense decidió traer por primera vez profesionales a un equipo de baloncesto olímpico, y así se formó el Dream Team, un equipo con 11 jugadores que más tarde serían miembros del Hall of Fame. Magic y Bird bailaban una última vez, dandole el relevo a una nueva generación que ya estaba ahí: Barkley, Malone, Stockton, Robinson, Jordan... Así terminaron sus carreras: dándole una nueva lección al mundo.

Personalmente opino que Magic fue superior. ¿Porque? Por palmarés, por actitud y por liderazgo. Pero el debate sigue y seguirá, interminable.

Fue una de las mayores rivalidades deportivas de la historia. Cedric Maxwell, ex-jugador de los Celtics, lo definió así: "Si yo tuviese un vaso de agua, y ellos dos estuvieran prendidos fuego, me hubiera bebido el agua, relajado, y me hubiera quedado a ver que pasaba". Magic contra Bird, Lakers contra Celtics, Oeste contra Este, negros contra blancos. En parte, ellos salvaron la liga. Y cambiaron la manera de jugar al baloncesto para siempre.

Escrito por: Nicolás Patella. Puedes seguirme en Twitter en @nicopatella.

Acerca de... Nico Patella

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