El futuro de los Charlotte Bobcats

Nos las prometíamos muy felices los aficionados de los Charlotte Bobcats a principio de esta temporada, pero nada más lejos de la realidad. Y es que, el equipo arrancó la temporada con más que un decente balance de 7 victorias y 5 derrotas, hecho que hacía olvidar, al menos de forma temporal, la nefasta temporada anterior en la que se consiguió un récord de 7-59 batiendo así el peor registro de la historia de la NBA. Pero demasiado pronto el equipo volvió a ser el de la campaña 11-12.

Para empezar, el principal problema de la plantilla es la edad, y es que, si bien es cierto que hay talento en algunos jugadores cómo Kemba Walker o los rookies Michael Kidd-Gilchrist y Jeff Taylor, es un hecho que es insuficiente para ser competitivo en una liga cómo es la NBA. Demasiados jugadores hay sin talento y que apenas sirven para un equipo NBA cómo son Diop, Brendan Haywood, Reggie Williams y otros con un gran talento que prometían en sus carreras cómo son Ben Gordon y Tyrus Thomas, especialmene de éste último.

En muchos partidos se ha tenido la posibilidad real de ganarlos y así poder engrosar el actual récord que atersora el equipo que es nada más ni nada menos que de 13-48 pero, como citaba antes, la inexperencia y la juventud de la plantilla se acaba pagando ante los mejoresequipos de la liga. El problema de "clutch" es tremendo, es algo que está ahí y que tan sólo hay que verse un par de encuentros para percatarse de ello y salir dudas. Y todo lo que se salga de esta línea, es partido que acaba en soberana paliza.

Otro factor que me asombra y me produce rabia, es la poca capacidad de reacción que tiene la directiva para cambiar el rumbo del equipo. Y es que, lo que no puede ser, es que si tienes un porcentaje de apenas del 25% de victorias los directivos se queden de brazos cruzados. Ningún movimiento hubo en el mercado de traspasos y tampoco lo hubo el del año pasado. Por no hablar de la agencia libre, que apenas se "invierte" en ella. Jugadores cómo Josh Selby o Malcolm Thomas, por ejemplo,  que actualmente están sin equipo, no entiendo cómo la franquicia no intenta contratarlos, ya que no hay nada que perder, sino todo lo contrario. En fin, es otro problema de la ya alargada lista de estos Bobcats.

El futuro de la franquicia es toda una incógnita. Está el próximo Draft en el que los Bobcats volverán a conseguir otro jugador de selección alta en la lotería, pero  es nada más que una pequeña venda en la enorme herida. Porque hay muchas cosas que mejorar, tanto dentro como fuera de la pista, y es algo que no se consigue en un día. Es un trabajo que hay que dedicarle tiempo e invertir mucho esfuerzo en ello para que la dinámica del equipo cambie radicalmente y volver a ser el equipo de antaño, competitivo y luchador en cada uno de los partidos que se dispute.

A corto plazo, está en el aire el cambio de nombre que todo hace indicar que se acabará realizando y los Bobcats volverán al pseudónimo de Hornets. Un equipo que maravilló a la ciudad de Charlotte en los años 90 y que produjo tantas alegrías. Dicho esto, veremos a ver cómo se desarrolla el futuro de los Charlotte Bobcats, que se antoja duro y complicado, pero que con esfuerzo y con trabajo de todos (jugadores, afición, directiva, etc...) se puede cambiar a positivo.